Esta crítica fué retirada a petición del dueño del local el 9 de diciembre de 2009.
Situada en una de las calles más concurridas de Sevilla, la cervecería Mezquita es uno de estos sitios donde podemos ver decenas de ‘guiris’ comiendo en sus mesas exteriores.
Imágen de la tapita
La facilidad para que clientes extranjeros consuman en este local, hace que éste use algunas malas artes a la hora de atender que me gustaría comentaros para que no os pillen de imprevisto (*como a mí*) si lo visitáis.
Cuando uno se sienta ya tiene la carta en la mesa y enseguida es atendido por el camarero, que es simpático y te recitará las tapas a la vieja usanza. También te hará una serie de recomendaciones de sus platos ‘del día’, cuyo precios son más altos y no vienen en la carta. En mi caso, después de haber ordenado, volvió a insistir en si queríamos algunas de estás tapas especiales y cómo te descuides te la cuelan, así que hay que tener un poco de ojo.
Imágen de la tapita
Pedimos una ración de flamenquín cordobés, que resultó ser un flamenquín cortardo en trozos con mucha guarnición. Cosa que me sorprendió, ya que me habían hablado muy bien de él, o por lo menos de su tapa la que no aparecía en ningún lado en la carta (*Si que aparece, a mi me la colaron por insistencia del camarero, fallo mío*) . Y es que ahí está el truco, la segunda vez que visité el sitío al insistir en que quería tapas y… voilà, una segunda carta. Es la menú secreto, que se ha mantenido oculto a los guiris (*y a los que no insisten*) durante años. En esta segunda carta se ven todas las tapas que hay en el local, algunas de ellas aparecen en la primera carta con un precio superior 🙁 y allí si que pude encontrar la tapa de flamenquín por menos de la mitad que la ración y, salvo por la guarnición, un tamaño que no le desmerece mucho.
A todos los precios de las cartas se le debe añadir un 10% de servicio en mesa, prácticamente el único servicio que tiene el bar, ya que la barra es muy pequeña.
Imágen de la tapita
A pesar de todo lo comentado anteriormente, los precios de las tapas (10% incluido) tampoco son prohibitivos y la(s) carta(s) es variada teniendo comida de todos los tipos, y, aunque no son las mejores tapas que he probado en mi vida, la cocina es correcta y te deja un buen sabor de boca, recomiendo el flamenquín, aunque sea la tapa más cara.
Desde luego que son malas artes (ellos lo justificarán diciendo que cada uno se busca la vida como puede). Creo que a veces esos truquillos pueden hacer que los turistas se lleven un mal sabor de boca de la ciudad, se sientan engañados (lógicamente).
Esta cerveceria es la mejor que he visitado, me encanta y por supuesto os invito a que vayais , ya que, la comida esta preparada por unos fabulosos cocineros, unos fantasticos camareros y por supuesto un buen ambiente.Los jefes son ecantadores y os atenderan con mucho cariño.Un plato que os gustaría sería el flamenquín cordobés. Un saludo.