Zaragoza 64
15 noviembre 2009 | 1 Comentario
Bar de la zona centro de Sevilla, y tal como indica su nombre, situado en la céntrica calle Zaragoza. Es un local relativamente nuevo (desconozco la fecha exacta, pero no creo que lleve abierto más de 2 años). Se encuentra en la calle Zaragoza esquina con calle Joaquin Guichot (ya sé que todos los «usuarios» de atapas son personas cultivadas y con el graduado, y se han dado cuenta que el mismo nombre del local nos indica su situación dentro de la calle). El local presenta un aspecto moderno y cuidado, sin caer en modas.
La zona en la cual se sitúa tiene mucho ambiente de noche, pues cerca tenemos otros muchos bares, por lo que no es un mal punto para empezar-continuar-acabar una hipotética ruta de tapeo (además de bares de copas). El local dispone de un porche cubierto con un toldo que es toda una ventaja para visitarlo con un grupo numeroso, pues tiene una ventana que comunica directamente con la barra y nos facilita la labor a la hora de pedir. La mayoria de la clientela se encuentra en mesas de pie en la calle (cuando el tiempo acompaña), aunque también posee una zona interior con una extensa barra y unas pocas mesas a su lado.
Pasamos al tema más importante en un bar: la comida. Tengo que decir que la carta me pareció, si bien no muy muy extensa, si por lo menos bastante completa. En ella podemos encontrar tapas más tradicionales, mezcladas con otras de una cocina más original (eso sí, que nadie espere un virtuosismo en los fogones, no se asusten). En esta cocina destaca el uso del jamón y las gambas, presentes en muchas tapas de la carta. Todo ello además puede ser acompañado por un buen vino, porque si bien no poseen una carta de vinos muy rica, se nota que el local se encuentra un poco enfocado también al disfrute de caldos (uff, palabra que siempre me suena rara, porque «pa caldo er der pushero»). Desgraciadamente todo lo bueno en la vida suele tener un precio, y esto no iba a ser una excepción. Sin embargo el precio de las tapas, si bien no es el más bajo que podéis encontrar en Sevilla (ni de lejos), está muy ajustado con respecto a la calidad ofrecida. Eso sí el montante final dependerá de la cantidad-calidad del caldo (otra vez la palabrita) que se escoja para el acompañamiento.
El único punto un tanto negativo, es el tema del servicio. En realidad no sé si es muy justo hablar de punto negativo, puesto que más bien sería un fallo derivado de falta de «rodaje» (en parte por ello daba la sensación de llevar poco tiempo abierto). La situación que ocurrió es simplemente una falta de comunicación entre las comandas y la cocina, que provocó el cambio numerosas veces del pedido porque según nos explicaban se les había acabado ese producto que solicitamos. La sorpresa fue que después aparecían existencias de esas tapas «que ya no tenían». La situación llegó en un instante a ser un tanto kafkiana, al decirnos medio en broma una de las camareras: «yo que vosotros, me iría». Desconozco si dicha camarera conserva su trabajo a día de hoy. Quiero pensar que sólo fue propiciado por ser un grupo muy numeroso, y que casi todo el mundo a fin de cuentas suele pedir lo más «exótico» de la carta. Por supuesto se disculparon y tuvieron un detalle con nosotros.
En definitiva un lugar a recomendar si te encuentras por la zona y quieres empezar la noche con un buen sabor de boca.
Totalmente de acuerdo, comida buena, pero el servicio no me convenció ninguna de las dos veces que he ido. En una de las dos, como nos dejamos un buen dinero, nos invitaron a unos 4 chupitos, para 7 personas …
Estírense un poquito!!